lunes, 17 de noviembre de 2014

Britten: Soirées musicales

Uno de los músicos británicos más importantes del siglo XX fue, sin duda, Benjamin Britten (1913-1976), que además de desarrollar una brillante carrera como compositor llegó a ser un pianista excelente. Nació un 22 de noviembre, día de Santa Cecilia (¡precisamente esta misma semana cumpliría 101 años!), y ya desde muy pequeño mostró grandes aptitudes musicales. Estudió composición con Frank Bridge y John Ireland, y piano con Arthur Benjamin, y muy pronto comenzó a componer (su primera obra importante, la Sinfonietta para orquesta de cámara, data de 1932, con apenas 19 años).

En su vida personal fue muy importante su encuentro con el tenor Peter Pears en 1936, con el que mantuvo una relación de pareja hasta su muerte, un cantante que se convirtió en su colaborador musical y en el inspirador de muchas de sus obras.

Britten está considerado en su país como un "clásico" y un verdadero artesano de la composición: su música está completamente alejada de las vanguardias y de cualquier tipo de revolución estética, y su estilo, de una radical independencia, se caracteriza por su frescura y su originalidad, adornado además con ciertos toques de parodia y de humor.

Aunque compuso para todos los géneros, lo mejor de su producción quizá sea su música vocal (óperas, obras para voz y orquesta y ciclos de canciones). De su catálogo instrumental podemos destacar la Sinfonía simple y las Variaciones sobre un tema de Frank Bridge (ambas escritas para orquesta de cuerda), la Sinfonía de Réquiem y la Guía de orquesta para jóvenes (conocida también como Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell, una famosísima pieza elaborada con un claro propósito pedagógico). De entre sus obras sinfónico-vocales sobresalen la Serenata para tenor, trompa y cuerdas, la Sinfonía de la primavera y el Réquiem de guerra, y de su catálogo escénico mencionaremos las óperas Peter Grimes, Otra vuelta de tuerca, El diluvio de Noé, El sueño de una noche de verano y Muerte en Venecia.

La suite orquestal Soirées musicales, Op. 9, es una obra temprana, realizada en 1936 a partir de un ciclo de doce canciones con el mismo título que Gioacchino Rossini compusiera para voz y piano entre 1830 y 1835. Britten escogió tres de las canciones de Rossini (La promessa, La pastorella delle Alpi y L'invito), a las que añadió la Marcha inicial (extraída del Pas de soldats de la ópera rossiniana Guillermo Tell) y la Tarantella final (reelaboración del coral religioso La charité), para componer los cinco movimientos de que consta su suite. Esta pieza tuvo su continuación en 1941, cuando Britten compuso una segunda suite con otras canciones del mismo ciclo vocal de Rossini, que tituló esta vez Matinées musicales, Op. 24.

La suite Soirées musicales no es ni mucho menos una obra arquetípica del estilo compositivo de Britten, pero el encanto de la música original de Rossini y la brillantez de la orquestación realizada por el compositor británico hacen de ella una pieza ideal para comenzar a adentrarse en el universo musical de Britten.

En primer lugar os propongo escuchar las piezas originales de Rossini, para comprender mejor el trabajo realizado posteriormente por Britten. Comenzamos con el Pas de soldats de su última ópera, Guillermo Tell:



A continuación tenéis una grabación de las tres canciones originales de las Soirées musicales de Rossini utilizadas por Britten en esta suite: La promessa (Canzonetta), La pastorella delle Alpi (Tirolese) y L'invito (Bolero).



Y finalmente el precioso coral La charité, que Britten transformaría posteriormente en una animada y burlona Tarantella.



Por último, después de haber escuchado la maravillosa música original de Rossini, solo nos queda disfrutar de la chispeante e ingeniosa versión elaborada por Britten de estas piezas.







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